14 de noviembre de 2008

EN LA ESPERA

Cruzando esta puerta tal vez encuentre una ardilla. Estará ansiosa, corriendo de un lado a otro. Trepará los árboles y me bajará algún fruto. Yo la miraré sonriendo, divertida. Será quien me acompañe.
Detrás de esta puerta quizás encuentre cinco rayos de Sol. Y un arco iris perdido, colgando de alguna rama. Un bebé llorando, porque querrá jugar con alguien. Los bebés no son amigos de las ardillas.
Quizás esté lloviendo del otro lado de la puerta. Veo un poco de agua debajo. Es posible que haya cerca algún río.
La puerta está fría; quizá sea de noche. La Luna tal vez esté pegada del otro lado de la puerta, con sus agujeros de queso gruyere y todo. Y habrá algún astronauta allí, encendiéndola.
Detrás de esta puerta tal vez encuentre la vida resuelta. Una larga declaración, con palabras sencillas. Palabras de amor.
Escucho el llanto del bebé y los murmullos de la ardilla.
Pero no hay picaporte de este lado de la puerta.

2 comentarios:

Patricia Bernal dijo...

vaya que lindo, me gusta. Porque esto es la literatura, me recorgaste a Oscar Wilde cuando dijo "detesto la vulgaridad del realismo en la literatura, al que es capaz de llamarle pala a una pala, deberían obligarle a usar una". Creaste todo un mundo de magia y fantaria tras una puerta sin picaporte, audaz y tentador...!! Gracias..!! Iluminaste el lado oscuro de mi corazón..!!

josé lopez romero dijo...

Es la primera vez que vengo a tu blog y esto me llenó de una ternura tan poco usual y quedé asombrado por tu delicadeza en esos pensamientos tan fluidos y de fantasía, muy bueno y andaré por aquí.