16 de mayo de 2008

VOLVER A NACER

“El pasado no existe porque no vuelve.
Y el futuro tampoco existe, porque no llega jamás
de la manera que se lo espera”

Hubo una noche en que la Luna dejó de alumbrar.
Hubo un momento en que se abrieron los suelos y desbordaron ríos
que colmaban los cauces.
Fue ese momento en el cual se derrumbaban los árboles, cuando una inmensa sensación de perder la vida, se adueñó del mundo.
Arrancaban desde las entrañas la sabia que bañaba un cuerpo hundido en el regazo profundo y fértil de la existencia.
Un dolor agudo y desesperante lo tomaba y despojaba del ensueño.
Allá afuera había mucha luz.
Demasiada luminosidad,
que no se asemejaba a la de aquella oculta Luna de su refugio.
¿Cómo hacer para volverse y retornar?
¿Quién lo escucha? ¿Alguien lo escucha?
No es posible que pierda de esta forma la vida.
No es justo que nada sea como lo planeó.
Y así fue…
Así nació una vida.

Ya no pienso en que he llegado a vivirlo todo. Ya no tengo metas a largo plazo y proyectos definitivos. No hay plan, todo cambia al fin y al cabo cuando empiezas a confiar en él. Sólo basta con no tenerle miedo y dominarlo y dominarse.
Algunas veces me parecen que los suelos se vuelven a abrir
y que los árboles se derrumban.
Entonces he llorado amargamente, como un niño recién nacido
que no quiere perder el calor y el placer 
del refugio construido.

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