¿Y qué le pasa que no encuentra una razón?
¿Y qué la ata a las patas de una silla coja, sin color?
¿Y qué le cambia que la mires, que la abraces?
¿Y qué le hace que no llegue un suspiro de amor, de corazón?
¿Y qué la trae a esta tierra de dolor, de desamor; de no llegar de no seguir de no brillar, de no bailar, de no reír?
¿Y dónde guarda su corazón, de no comprar, de no vender, de sí?
¿Y qué la hace guardarse hasta morir?
¿Por qué no sale a su propio camino a caminar, a sentir?
¿Por qué palabras, leídas, aprendidas?
¿Por qué no baila?
Ahí está, ya la vi. Quiere venirse conmigo a volar, quiere sentir el aire que desinfla una nube. Quiere quemarse con el fuego de una chispa en un fogón.
Sale del fondo de una canción escrita hace mil años, hoy.
3 comentarios:
me gusta todo de vos.
todos somos un manojo de incertidumbres, también quienes nos hacemos estas preguntas, pero al menos tenemos el acierto de saber como somos. Saludos.
la cosa es que no somos tan de un retrato tambien sos el otro ,que te lee ??muy lindo lo tuyo vanian
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